martes, 27 de diciembre de 2016

(14)

Querido Diario


El día comenzó haciendo el ridículo como siempre, prácticamente yo tengo un doctorado en eso, es tanto que ya soy inmune a sentirme mal después de que me pasa algo en público. 

Estaba esperando el micro solitario en el paradero, para juntarme con la Estrogenada a almorzar, entonces desde lejos escuché "Ojos así" de Shakira, las neuronas de los recuerdos del pasado comenzaron a sentir la música así que me puse a cantar y bailar apasionadamente. No me di cuenta que por detrás venía una pareja de adultos que seguramente vieron todo mi espectáculo porque pasaron por mi lado riendo y murmurando sobre mi canto, filo con ellos me dije, pero igual me subí un poco ruborizado al micro. 

Me encontré con la Esteogenada y fuimos a almorzar a un lindo y concurrido restaurant del centro. Mientras comíamos comenzamos a hablar de Kurt Cobain, de su música y qué cosas interesantes tendría él para contarnos y qué cosas podríamos contarle nosotros de nuestras estériles vidas. 

—Que lata que esté muerto.
—Le podríamos hacer una carta a Kurt Cobain —dijo la Estrogenada inspirada en la fantasía más profundamente plagiada de un libro que se llama "Cartas de Amor a los Muertos". 

—Sí, la carta podría comenzar así dos puntos abro comillas: "Querido Kurco..." — su cara explotó en risa y me dio tanta risa su expresión que me pegué la carcajada más fuerte de mi vida. 
Es increíble que con lo actualizada que es la Estrogenada jamás haya escuchado ese pequeño chiste/apodo de Kurco. Mi risa fue tan fuerte que cortó el barullo típico de los restaurantes y escuché la reverberación del mi risa en el tono más agudo estilo Bob Esponja. La gente y los garzones quedaron mudos y se dieron vuelta a mirar asombrados quizá pensando que algo había pasado, nos ruborizamos pero proseguimos con la risotada llenando el espacio de silencio que habíamos dejado. 

Más tarde ese mismo día fui a la ceremonia de entrega de un diploma, ya habían hecho entrega de mi certificado, cuando el locutor con su voz sensual llamó al escenario al mejor promedio del curso, nombró a Karen Paola pero ella no fue a la ceremonia y fue triste, seguido a ella me nombró a mí (triunfo compartido). Nunca pensé que me sentiría la como la Cecilia Bolocco cuando se abrió de piernas en Viña 2000 o sea humillado, mentira porque realmente me sentí como la Chechi cuando salió Miss Universo, ahora entiendo porqué se tapo el hocico con las manos: por la misma razón que debí haberlo hecho yo o sea para que el público no viera la cara idiota impactado que uno pone al escuchar su nombre por sorpresa (yo jamás imaginé que me fuesen a nombrar ya que soy la personificación del fracaso, aunque las notas de ese diplomado eran como las notas de religión en el colegio). Recibí de manos del Decano otro certificado y un lindo lápiz para firmar cheques en mi chequera imaginaria. 

Ya me acostumbré a hacer el ridículo o que se rían de mi Diario, es agradable y es positivo, ya no tengo vergüenza, lo que no significa que no tenga dignidad 😂


Sinceramente

Felipe

domingo, 18 de diciembre de 2016

(13)

Diario,

No me ha pasado nada emocionante estos días pero tengo que contarte algo que me pasó hace tiempo, cuando tenía como 10 u 11 años o 12, ya ni me acuerdo con exactitud. 

Yo creo que la mayoría conoce el MallZofri (para los que no, les cuento: es un centro comercial eterno lleno de tiendas chiquitas, como una feria pero con techo), a mi nunca me ha gustado, encuentro que es el peor lugar del mundo para un niño. Mis papás me llevaban desde pequeño a puro sufrir porque tenía que caminar mucho ( y todavía me obligan a ir, el problema actual es que el suplicio además de ser físico es emocional al no tener plata para comprar todo lo que hay). 
Recuerdo que estábamos jornadas completas dando vueltas mientras ellos despilfarraban el dinero comprando cosas inútiles y nada para mi, o sea útiles para ellos pero no para mi. 

¿Puedes imaginar estar en un Mall todo el maldito día por tres días consecutivos? Traducido a percepción de tiempo de un niño eso equivale como 10 siglos de tortura. 

Un vez dentro de ese famoso Mall me topé con la Raquel Argandoña, la Kel y el Hernancito (el que es bueno pa' los choques). Fue realmente traumático verlos, en ese entonces la Kel no era famosa (tenemos la misma edad), era una niña regordete y mofletuda. Recuerdo perfectamente haber visto a la Raquel "Quintrala" Argandoña, con su hijo colgado como el guaren de Charly Badulaque en el pecho, mientras le "coqueteaba" a un gallo que según yo ni la debe haber pescado porque ella iba sin maquillaje, y se notaba que su cara era más arrugada que un huesillo, su piel roja como el interior de una sandia y además llena de lunares que parecía galleta choco chip. «¿Si estaba así hace más de 10 años, cómo estará ahora esa mujer?» 

Esa misma tarde un millón de vuelta al centro comercial después, bajando por una escalera mecánica, la pata derecha de mi jeans totalmente nuevo comenzó a quedar pillada en los dientes del final de la escalera, las vi negra, pero menos mal se detuvo el movimiento de la escalera sino hubiese quedado en calzoncillos o sin pierna derecha. 

La gente se comenzó a reunir rápidamente mientras que por alto parlante llamaron a un guardia por una emergencia, este llegó pronto y se acercó con desesperación y con cara de no saber qué hacer. Yo sólo estaba ahí parado. 

—Te voy a sacar ahora...tranquilo hijo, no te preocupes —dijo el guardia compungido y limpiándose el sudor de la frente con la corbata de su traje azul como el del Jefe Gorgory. 
—Bueno —dije con timidez porque todos me estaban mirando. 

Mi mamá y mi papá se dedicaban sólo a mirar impactados (quizá dijeron algo pero yo estaba tan ensimismado queriendo que me tragara la tierra o que por último volviera a aparecer la Raquel Argandoña y su prole para desviar la atención).
—Voy a echar a andar la escalera a la cuenta de tres, vas a tirar tu pantalón, y saldrás, ayúdame a contar... —aseguró con convicción el guardia. 
—Ay que nervio...1...2...3... —echó a andar la escalera con unas llaves mágicas pero esta no se movió ni un centímetro. 

Entonces no se lo ocurrió nada mejor que comenzar a tironearme hasta rajarme el pantalón, vergüenza intergaláctica tener que caminar todo el resto del mall con el pantalón roto y lleno de hilachas como el de Hulk, mientras la gente sapa me preguntaba si estaba bien y otros le sugerían a mis papás una demanda contra el MallZofri. 

Ese día fui más protagonista que la Raca y su familia. 


Tuyo
Felipe

sábado, 17 de diciembre de 2016

(12)

Hola D, 

Esta es una historia triste, sucedió cuando estaba haciendo un breve reemplazo en un laboratorio feo 

Debido a mi alta pobreza me iba en micro todos los días. Me encanta viajar en micro, es un acercamiento al folclor de cada ciudad con sus personajes únicos, como no mencionar al Payaso Triste que pide plata para el funeral de su colega payaso todos los días, todos los meses, todos los años (que capacidad de morirse tiene ese hombre, fenomenal) 


Bueno, como hacía el mismo trayecto todos los días comencé a darme cuenta que me topaba con las mismas personas, principalmente escolares y señoras. Al pasar las semanas era casi como un ritual saludarnos con la vista y esbozar una sonrisita loca. 


Un lunes, iba escuchando música sentado atrás y tomándome un MilkShake de Chocolate en cajita de 200 ml (vamos a imaginar que es eso, porqué la marca del conejo café no la voy a nombrar, de todas formas es la leche con chocolate más rica). Me lo tomé todo y llevaba la caja vacía en la mano. Iba un escolar que había visto muchas veces antes sentado frente a la puerta trasera, impecablemente vestido su con polera blanca y buzo azul ( seguramente su mamá se lo lavó y planchó con mucha fe y esfuerzo el fin de semana). 

Eran las 8:30 am, y ya estaba a punto de llegar atrasado a mi lugar de trabajo, me puse de pie, en mi mano izquierda tenía la caja de MilkShake y con la misma me afirmé del fierro para no caer, mientras que con la derecha toqué el timbre, en un momento la micro dio un pequeño saltito, y sin querer apreté la caja de MilkShake, la bombilla (pajita) estaba apuntando directamente al niño. 

Lo rocié dejando un corte longitudinal perfecto, que recorría su frente, su nariz, sus labios, una linea recta perfecta en su polera que seguía bajando hasta dividir su zona privada. Se me hundieron los ojos de la impresión, la gente miró con la boca abierta, el niño se enojó. 

—¿Qué onda? —dijo con impacto y mirándome con rabia. 
—Perdón yo no quería....—entonces se puso de pie, era como 10 centímetros más alto que yo. 
—¿Cómo que perdón? —en ese momento el micrero abrió la puerta.
—Discúlpame de verdad fue un accidente, sorry, sorry —me sentí como la pirula, sólo pensaba que el pobre iba a estar sucio todo el día por mi culpa. 


Ví que empuñó la mano y presagié que venía un combo directo en mi hocico, entonces con mucha astucia y sin pensarlo dos veces, me lancé de la micro aún en movimiento y caí heroicamente como Spider Man en la acera. «¡Puedo quebrarme una pierna pero mi dentadura hermosa no la perderé jamás!» (Ese fue el pensamiento que me animó a lanzarme). 

El resto del día me sentí muy mal y culpable, lo bueno es que nunca más nos volvimos a topar. 


Sinceramente tuyo
Felipe

martes, 13 de diciembre de 2016

(11)

Hola D

Hoy fui a enguapecerme a la peluquería (bueno al menos esa era la idea), porqué tengo una chasquilla loca que no me deja tranquilo. Siempre voy con temor a la peluquería, como todos (creo).

Salí de casa, hice parar un colectivo, iba un caballero de avanzada edad de copiloto así que me subí en la parte de atrás, la señora chofer tenía sintonizada una radio en la que estaban recordando y celebrando el regreso de Kudai. Eso me alegró y extasió, soy muy fanático de ellos (tengo un póster de Kudai pegado en el fondo de mi closet y lo veo cada vez que saco una prenda y a veces me ven desnudo, pero no le cuentes a nadie es secreto). 


Entonces comenzó la primera canción y en el mismo instante se subió una pareja muy enamorada, su amor era tan enorme como sus cuerpos. Con sus tremendas humanidades me empujaron sin miramiento hasta que quedé arrimado contra la puerta, iba muy aplastado y sentía que la mina que se sentó a mi lado me enterraba todo su codo en mis pequeñitas costillitas... entonces sonó el estribillo de la canción. 



Quiero escapar y despertar 
sin saber del tiempo 
Quiero respirar, sin nunca regresar
y quiero vivir, quiero existir...


Todos cantaron a coro apasionadamente; la chofer, el caballero viejito y los gorditos enamorados tomados de la mano. Eso me impactó, no sabía que todo el mundo era Emo. En ese momento tan bello y único yo cantaba mentalmente: 

"Quiero escapar y arrancar 
me estoy muriendo
Quiero respirar, si no voy a morir
y quiero vivir, quiero existir..."


Sólo pensaba en cortarme las venas inducido por el ambiente musical depresivo emo jarcor, y por la tortura de estar sintiéndome como un novillo acorralado en el rodeo.

Afortunadamente los gorditos se bajaron al terminar la canción, aún me quedaba mucho camino por recorrer. Luego tocaron Ya nada queda (mi canción favorita), miré por la ventana me imaginé un video clip, mientras veía las parejas pasear de la mano, gente paseando a sus mascotas, abuelitos caminando del gancho, perros callejeros reproduciéndose como siempre...ay si el amor y el desamor están en el aire. 

Llegué a mi destino, me cortaron el pelo con dedicación y esmero, no quedé nada de guapo, de hecho quedé horrendo (más de lo que soy). Inspirado en Kudai ahora canto: 

"Ya nada queda, se fue el pelo
las orejas peladas, con luz, con sol
Se fue el cabello largo 
Ya nada queda de sexappeal... "😞


Siempre tuyo hasta que la hoja gillette nos separe.
FelipeSweetDark

lunes, 12 de diciembre de 2016

(10)

Hi Diary 

Sentado en el patio de comidas del Mall, haciendo hora, comiendo con mucho dolor un helado, me puse a observar la naturaleza de las mesas que me rodeaban.

A mi derecha un puñado de gorditos púber y otros ya muy peludos jugando cartas Magic ñoñamente, yo pensaba que esas cosas ya no existían. Igual admirable que jueguen esas cartas tan complicadas con suerte sé jugar carioca. 

Al frente un par de amigos que parecian gemelos, los dos vestidos con camisa de mezclilla, pitillos negros y chupulinas blancas, ambos muy adolescentes. La unica diferencia entre ellos era que uno era moreno y el otro rubio. 

A mi izquierda un par de cabras chicas conversando, escolares, de unos 16 años aproximadamente. Hablaban tan fuerte y se reían tan falsamente que todos las miraban. Una de ellas era muy piola y pava, y la otra muy producida, su jumper no dejaba nada para la imaginación, a esta última la llamaré Conejita. 

De repente se acercó un pendejo que caminaba como muy macho pero era tan sobre actuado, así como Johnny Bravo que llegaba a dar risa. Ese tipo con movimientos tan varoniles era el pololo de la Conejita, lo supe porqué se saludaron de abrazo y beso en el hocico, se metieron la lengua tan profundamente que la mina seguramente quedó preñá ahí mismo mientras que a la amiga apenas la meó. Los que estaban jugando cartas y los gemelos miraron con asombro y asquito, y bueno yo también. Luego partieron el Johnny y la Conejita abrazados como los perritos cuando se reproducen y la amiga tocando el violín al lado (poooobre). 

Terminé de comer mi helado y caminé unos pasos, a lo lejos escuché gritos en un idioma misterioso y gangoso, a medida que me acercaba escuché más claramente, era romaní proferido por la Jacobé ( la gitana de la otra vez ), con un vestido verde que la hacia parecer un cebollín, ya no estaba embaraza y traía un niño mamandole la pechuga colgando como una araña sin nada de pudor por los pasillos, mientras caminaba rápido, alzaba los brazos con rabia y le gritaba al Branco (otro gitano).


—¡Que me pase la plata! —gritaba Jacobé.
—¡No sé na' yo! —respondía Branco. 

Caminaban y gritaban con furia, repitieron el texto como 20 veces y después se pusieron egoístas porqué comenzaron a pregonar en su idioma y nadie cachó qué pasó con la plata. 

Seguí recorriendo el lugar y después de dar muchas vueltas, me topé con el Johnny, la Conejita, y la Violinista sin tejado, ahora estaban comiendo helado en conito (barquillo). La Conejita se puso a mirar una vitrina, en esa la Violinista le pega una chupa' al helado de una forma muy porno mientras le lanzaba una miraba fulminante al Johnny... y el muy cochino le sonrió, le hizo 1313 y le guiñó el ojo. 

Quedó todo claro... par de cochinos.


Diario, ¿Por qué la gente es así?, ¿Es culpa de la sociedad hipersexualizada? 🤔

domingo, 11 de diciembre de 2016

(9)

Querido Diario, esta es una historia de alto impacto. 


Esto sucedió en una de mis recientes visitas a mi Alma Mater ( xd ) hermosa linda preciosa, mientras esperaba a mi lenta hermana dentro de la universidad para almorzar (ella estudia lo mismo que su ídolo, o sea yo... la muy burra no hallaba qué estudiar y decidió copiarme). 

Había un futuro Tecnólogo Médico haciendo como que estudiaba bajo un árbol y me acerqué con malas intenciones. 


—¿Tú estudias Tecnología Médica? —lo abordé haciéndome el tontoleso, la pregunta estaba de más si andaba con el pijama conchevino feo ese. 
—Sí, ¿Por qué? —dijo extrañado. 
—¡Porque vas a ser pobre e infeliz el resto de tu vida! —dije poniéndole teatro. 
—¿Qué? —se le chorrearon los ojos de la impresión. 
—Supongo que nadie te advirtió lo mal que lo pasarás, pero como soy bueno te diré todo sobre el negro futuro que se te viene —le puse color, como no me cuesta nada actuar solté la lagrima, quebré la voz como la del Pollo Fuentes y puse carita de perrito arrepentido.
—Pero a mí me han dicho que se necesitan hartos Tecnólogos de Laboratorio en todos lados —agregó ingenuamente.
«Cheeeequeteeeeto, pobre angelito de Dios», pensé aguantando la risa malévola.—¡No, pues mírame a mí! —me agarré el pelo desesperado.—Soy la viva imagen del fracaso...también soy Tecnólogo.
—¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? —dijo trastabillando y con la boca abierta hasta el suelo. 



Abreviando la historia, le puse todo el talento victimil (esta palabra no existe, pero la acuño para querer decir que me hice la víctima nivel Kenita + Luli x 10^ 1000).


Actué como pal' Oscar y mi relato fue tan triste que el pobre muchacho quedó con la cara desfiguradisima. En eso suena mi teléfono, era mi hermana que estaba esperándome. 


—Me voy...tengo que juntarme con mi hermana... ella estudia lo mismo, seguramente será pobre. 
—¿Qué? —dijo impactado. 
—De más que se conocen, es una flaca que parece una niña de 13 años, pelo larguísimo, perfil perfecto, blanca como un fantasma, pecosa y es como la versión estrogenada de mí —me acerqué, extendí mi mano para despedirme y cordialmente le pregunté lo que debí haber preguntado al comienzo. —¿Cual es tu nombre?
—Me llamo Shakespeare Mozart Armstrong —obviamente no se llama así pero su nombre real es tan raro como ese, estoy seguro que nadie mas lo tiene en Chile. 
—Yo Felipe Eduardo, un gusto, que te vaya bien... nos vemos cuando sea tu jefe.



Me fui riendo y orgulloso de mis argucias creyéndome Maléfica ( o cualquier villano de Disney). Cuando me encontré con mi hermana le conté lo sucedido, se río nerviosamente, le pregunte si conocía a Shakespeare Mozart Armstrong y lo negó tres veces como Pedro a Jesucristo. 

Días después mi hermana echó a perder su laptop ( me carga usar anglicismos), y yo me encargué de ir a dejarlo al servicio técnico en el Caracol Suicida (bautizado así desde que el día que se tiró un niño pa' suicidarse y no le resultó), pero el técnico me dijo que necesitaba la clave de acceso. Como no la tenía llamé por celular a mi hermana angustiado y presionado porqué andaba apurado. 

—Necesito la clave de tu compu.
—¿Para qué? —dijo en shock hipovolémico.  
—Para acceder a tu compu po... ¿Pa' que más?
—No. 
—¿Cómo que no?, sí dámela, no es juego apúrate. 
—No. 
—¡Dámela ahora!
—No. 
—Me estoy enojando, te apuras y me la das ahora... nadie va a revisar nada, da lo mismo si la clave es un garabato o alguna palabra cochina, dámela —agregué indignado. 
—No, es que... 
—¡Ya, para! —me enfurecí frente al técnico y alcé la voz.
—Es que...
—¡Dame la maldita clave! —dije gritando cómo loco. 
—Bueno la clave es...ShakespeareMozartArmtrong1313higfive. 


Ay Felipe... ¿Por qué no callas el hocico?

Ay Felipe... ¿Por qué eres tan sangrón? 
Ay Felipe... ¿Conociste a tu cuñado? 






Esta historia es real, no obstante los nombres de algunas personas y lugares han sido cambiados para proteger la identidad de los verdaderos protagonistas.





sábado, 10 de diciembre de 2016

(8)

Hola D


Te contaré algo que muy pocos saben de mí... sufro de urticaria acuagénica alienigena lo que en español es alergia al agua, algo muy triste (aquí es cuando lloro) porque siempre que iba a la playa o la piscina tenía que salir corriendo a taparme con la toalla antes de que todos vieran las horribles ronchas que me salían en todo lo que es torso.

Nunca pude chapotear en paz como la gente normal. Recuerdo que una vez estaba bañándome en playa y una señora gritó: "¡Ay, a ese niño le picaron las medusas!", me miré el body y parecía tartaleta de frutillas, la viejuja hocicona hizo que todos me miraran y se asustaran, me fui corriendo a la orilla con mucha vergüenza gritando: "¡No hay medusas, no hay medusas!". 

Años más tarde hice un curso de natación y me di cuenta que lo mío era ser un delfín, era la vocación de mi vida. Pero por culpa de la alergia no pude ser un Michael Phelps. ¿Te imaginai un sireno enronchado? Aterrador, ¿no? 

El agua no sé por qué también daña mis ojos de animé, se me hinchan más de lo que son y se ponen muy rojos (no sé si tiene que ver con la alergia, yo creo que sí). Una vez la profe del colegio habló con mi mamá luego de una reunión y le dijo: "Su hijo llega todos los días con los ojos SOSPECHOSAMENTE rojos a clases". Lo cual significó un interrogatorio con tortura hacia mi humanidad en mi casa hasta que logré explicar mi problema científicamente. La profesora con gran afán inquisitivo (y con mucho tiempo libre) me persiguió por meses hasta que un día ya no pudo más y me pregunto care' palo: "¿Oiga Felipe usted se droga...fuma marihuana?". Mi reacción fue morir de risa y luego revivir para explicarle que era un problema de mi cuerpo (espero que no uses esto como excusa cuando andes volao o después de andar lloriqueando). 

Bueno a pesar de todo, y aunque hasta ducharme sea un problema, amo mi cuerpo. Algún día tendré una casa con piscina o una playa propia para bañarme tranquilo. 
😉💦

viernes, 9 de diciembre de 2016

(7)

Diario

Tengo que confesarte algo, algo muy importante... tiene relación con la gitana de la otra vez 😯
Omití que la gitana le había achuntado a algo muy cierto, ella me dijo que yo tenía un objeto que me había encontrado, que no era mío y que me estaba haciendo mal.... como pensé que era una tontería no la pesque. 


Pero hace una semana revisando el bolsillo de una chaqueta apareció un par de clavos de esos juegos de ingenio (clavo rulo se llama según Google)... entré en pánico, morí, y vi el túnel, caí al infierno... y luego resucité. Hice memoria y recordé que los encontré justo a las doce en punto del año nuevo, mientras todos se abrazaban al ritmo de La Peineta, yo estaba en la calle mirando las estrellas (que romántico), cuando de repente tropiezo con algo y ahí veo que estaban los clavos unidos puestos en la tierra como para que algún pajarón los encontrara ( oh sí, el pajarón fui yo) y en vez de abrazar a alguien lo primero que hice fue guardarlos como un tesoro. 


Entonces, comencé a pasarme los medios rollos, y creí que todo los malo que me ha pasado este año era por culpa de eso como si fuese una maldición... así que con cautelosa intrepidez decidí deshacerme de ese objeto.

Esa misma noche soñé que debía deshacer el hechizo lanzando los clavos por separado al río... al despertar pensé en hacerlo, vivo cerca del río pero me sentí ridículo por querer hacer eso y me achunche (palabra rebuscadisima), y tampoco quería matar a un pez o un pobre pato por el impacto certero  de un clavo en la cuesca. Además ese día tenía que viajar y no me hice el tiempo de buscar otra solución, así que con todo el miedo del universo y los astros me lleve los clavos en el bolsillo y me fui de viaje. 

Al día siguiente salí a hacer tramites muy sencillos y todos me salieron mal, entonces toque mi bolsillos ( estaba usando los mismos jeans del día anterior xd) y estaban esas baratijas ahí. Le eché la culpa inmediatamente al objeto maldito por fracasar en mis tramites, me enfurecí. En un ataque de rabia  intente separar los clavos pero no puede, se me hizo imposible, me comencé a poner nervioso, las manos me sudaban, no podía contra un ¡¡¡MALDITO JUEGO PARA NIÑOS DE 7 A 99 AÑOS!!!... justo cuando ya estaba gritando y haciendo morisquetas en la calle o sea haciendo el ridículo en la vía publica por enésima vez en mi vida, me doy cuenta de que estoy afuera de una gran y popular iglesia. 

Se me alumbró la ampolleta y no lo dudé, subí las escaleras de iglesia mirando pa' todos lados, había un señor barriendo en la puerta, me miró pero me cubrí la cara con una carpeta que andaba trayendo ( para pasar piola)  aunque casi me derrito al entrar, me hice el tonto un rato y deje los clavos unidos a los pies de una imagen de Jesus Crucificado, lo hice rápido para que nadie notara la maldad que estaba haciendo. 

Las cosas han mejorado, pero me siento culpable, espero que nadie se haya quedado con ese maldito juego... y jamás subestimes el poder de una María Jacobé. 

Igual me siento tonto por creer en leseras, pero filo, nadie lo sabrá, este es un secreto entre tú y yo. 


Enteramente tuyo.

jueves, 8 de diciembre de 2016

(6)

Diario querido, 


Me acordé de aquella vez cuando iba viajando en un bus 
(que pobre) atravesando el desierto a la hora de máximo calor, en medio de la nada se subió un hombre de entre 35 a 45 años, a mi lado quedaba el único asiento disponible, entonces sentó, dejó su mochila en el pasillo y se puso el cinturón, yo estaba en el asiento que da a la ventana mirando la tierra seca característica del norte. 

—Hola —me dijo todo agitado.
—Hola —respondí amablemente entonces sacó un plátano de su mochila y agregó. 
—¿Te gusta el plátano?, ¿quieres plátano?—lo miré extrañado, negué con la cabeza y le sonreí. 
—Hola, ¿Quieres plátano? —dijo entusiasmado. 
—No, gracias. 
—Pero si es rico el plátano. 
—Sí, pero no quiero. 
—¿Pero te gusta el plátano? 
—Sí, pero me hace mal, soy alérgico, no quiero gracias. 



Entonces se traga el plátano de una y se puso a reír, casi se me salen los ojos de guarén envenenado de la impresión y me asusté. Comencé a apegarme cada vez más a la ventana aterrado y entonces saca otro plátano de su mochila. 


—Oye, ¿estás seguro que no quieres plátano? —dijo mientras ponía cara de caliente y me hacía 1313. 

—¡QUE NO QUIERO NADA! —me exalté amablemente mientras me arrimaba como barata a la ventana, buscando el martillo que tienen algunos buses para romper el vidrio en caso de emergencia, pero fallé, la caja estaba muy lejos. 

— Bueno —me sonríe, me hace un 1313 y se engulle el otro plátano, quedé en shock anafilactico. 


Me desesperé y me puse a mirar el celular, haciendo cómo que chateaba, entonces el tipo se quedó en silencio y al rato se durmió. Estaba preocupado por mi seguridad, me pasé los terribles rollos y preparé un plan de escape muy sano. Oculté en la manga de mi polerón una lapicera Bic que encontré en mi mochila, que iría directamente a su traquea si me hacía algo. Entonces llegamos a la ciudad y se despertó antes de llegar al terminal de buses, volvió a buscar algo en su mochila, mientras yo atento como un gato lo miraba de reojo. 

—Hola, ¿Tienes hambre? 
—¡No!, ¡No quiero ningún plátano! —entonces empuñé la lapicera listo para la traqueotomia. 
— ¿No? —1313. 
— ¡Me quiero bajar ahora! ¡Deja de molestarme! ¡ NO QUIERO PLATANOOOOO! —la gente se dio vuelta a mirar asombrada y con cara de sapa, el tipo haciéndose el chistoso agregó. 
—¿Por qué? ...¿estás seguro de que no quieres... una manzana? —y levantó las manos mostrando la manzana al público. 


Llegamos al terminal, se bajaron todos del bus y fin.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

(5)

Hola Diario

—Desde el mismísimo desierto caluroso casi al final del mundo, a miles de kilómetros de esta gélida tierra, ha llegado hasta aquí con mucho esfuerzo por primera vez en la historia un hombre doblemente laureado en áreas distintas, con méritos de sobra a recibir de manos de su Majestad el Rey, el Premio Nobel de Fisiología y de la Paz por el descubrimiento de las bacterias comedoras de ADN y por la lucha activa para que todas las naciones apliquen el tratamiento de forma gratuita a toda la población— luego sonaron las trompetas, el público se pone de pie, el Rey se acerca y me entrega solemnemente los diplomas y las medallas, apretándome la mano fuerte y orgulloso. 


Me pongo a llorar de la emoción y hago las reverencias correspondientes entre los aplausos del publico que suenan como un arroyo dulce...en esa me desperté llorando, sentí que entre mis manos tenía algo de forma rectangular, pensé que eran mis premios, me ilusioné y abrí los ojos de melones que tengo y no era más que el libro de biología con el que me quede dormido leyendo... fue tan real, soñar es tan lindo.😭


Siempre tuyo, el que no ha ganado ni cien pesos en un raspe.

martes, 6 de diciembre de 2016

(4)

Hola Diario: 


Siempre que salgo me pasa algo extraño... hoy fue más raro porqué después de 10 años una gitana me venció en el macheteo. 

Pasaba yo inocentemente por una calle del centro y una pobre gitana preñada estaba pidiendo plata eso me rompió el cucharón así que le di lo primero que encontré en mi bolsillo o sea $50. 

—Paisano gracía, ahora presteme tu mano para leérsela —dijo insistente dos veces con su acento gangoso y accedí.
—No tengo más plata —es la estrategia que he ocupado toda la vida antes de ser macheteado por las romanís y con lo que generalmente consigo que me lean la mano o las cartas sin pagar.
—No se preocupe si le voy a leer la mano porque usté tiene buen corazón ¡Debla María Jacobé!
—Ya bueno —dije sabiendo de ante mano que iba a querer más plata.
—Paisano la linea de la vida me dice que va tener una larga vida —me dio la risita nerviosa, pero me aguanté y deje que prosiguiera — A usté no lo quieren ver felí, usté no tiene problemas de salú y tampoco de plata, lo de usté es envidia, no lo quieren ver felí. 

En esa me arranca un pelo de la cabeza, me dice que lo sople y pida un deseo ( las circunstancias no estaban como para andar pidiendo deseos al voleo), luego indica que lo envuelva en un papel y que lo meta a mi billetera en el instante...como me sé todos sus trucos no temí que en sacarla delante de ella para que viera que tengo una billetera llena de papeles de super ocho doblados y boletas del almacén.

—Paisano abre la billetera y déjame meter el papel, es pa' que no te pase na' —tiró el cabello envuelto en una boleta dentro y al ver que esta más vacía que la guata del Chavo del ocho, me pidió ver los bolsillos del pantalón y accedí.
—¡Ve que no tengo nada! —reí sintiéndome victorioso, pero en esa me toca el bolsillo de mi jamón derecho y sonaron las monedas que estaban en el fondo.
—Saca las monea que tú tiene ahí.
—Ya, tome —dije vencido.
—Paisano confíe en mi, no la quiero pa' mi, son para que le vaya bien a usté, se las voy a devolver, sople y pida otro deseo.

Sople todas las veces que me dijo que lo hiciera como imbécil ya estaba a punto de decirle que parara el show para irme luego y que se quedara con las monedas de una, pero no alcancé y dijo: 
—¿Paisano me deja que me quede con su plata pa' prenderle una velita y rezar por usté?..Si no quiere se la devuelvo —y le pega un tremendo escupitajo a los $350 pesos que le pase.
—¡Sí quédeselo!, ¡por favor! —dije pensando en los trillones de Streptococcus sp. y Mycobacterium tuberculosis que recibiría de vuelta
—Gracia paisano, esto es por usté, chao. 

Y se alejó con la suma total de $400 pesos (ojalá los ocupe para alimentarse bien pues como dije estaba embarazada). Y yo me fui con un hechizo en mi billetera, sin mis monedas y ultrajado, pensando en la gran creatividad de esas mujeres pobres que hacen lo imposible para sobrevivir.
Así que ya sabes, si quieres quitarle algo a alguien aplica la técnica del Guanaco: sólo tira un buen escupitajo al objeto, te aseguro nadie nunca lo querrá de vuelta. 


Siempre tuyo Fepilito.

lunes, 5 de diciembre de 2016

(3)

Querido Diario: 

Hoy fui al supermercado más cercano caminando para dejar un poco el sedentarismo, como es típico en esta ciudad no andaba ni un alma en las calles... al llegar al super había un par de mujeres de entre 18 a 25 años conversando en la calle, entonces pasé y una la dijo a la otra susurrando: 

—Pssst Camila, cacha al mino, tiene buen poto.
—Sí, está bueno, además tiene las piernas peludas como me gustan jijiji.



Me re urgí, ya les había dado la espalda y me di vuelta a mirar si había alguien más y no, solo estábamos los tres en escena, esas palabras eran para mí... y cómo no, si antes de salir me puse un short que sentí que me quedaba más apretado que la última vez que lo usé. Así que apuré el paso y me prometí bajar la grasa que se me acumula en las piernas cuanto antes, estoy chato de acoso callejero...o sea hembras de Chile paren que sufro.

Luego ya a salvo dentro del super, busqué las tres cosas que iba a comprar; aceite, carne molida, y comida para peces. Me puse en la caja, y vi que había una mina que se parecía mucho a una que odio de la Universidad, la observé con ira unos cuantos segundos, cuando mire la cinta mágica que mueve las cosas las mías no estaban... me urgí, busqué al rededor como si se me hubiese perdido un hijo y miré la pantalla de la cajera, el señor que estaba antes que había pagado las tres cosas que yo llevaba pero sin darse cuenta y el empaquetador ya estaba guardando las cosas en bolsas. Me super urgí y sin decir nada escapé y me escurrí como la rata que soy...tremenda sorpresa se va a llevar el señor distraído cuando llegue a casa. 

Me devolví a buscar las cosas que necesitaba y pagué ahora sin ningún problema, luego baje al subterráneo donde está el estacionamiento a buscar mi auto, me di varias vueltas ya desesperado porqué no lo encontraba... 

—¡Pedazo de imbécil! ¡Viniste caminando maldito idiota, además no tenis ni licencia y manejas como las pelotas!— grité muerto de la risa mientras los guardias del lugar también reían. 😂😂😂





Siempre tuyo.

domingo, 4 de diciembre de 2016

(2)

Querido Diario: 


Me acerqué con cautela donde mis papás que estaban tranquilamente sentados conversando de cosas lindas y kawaiis para preguntarles amablemente: 

—¡¡¡¿QUIEN ES JUAN PABLO?!!!—demandé calmadamente y sin salirme de mis cabales. 
—¿A quién le venis a gritar así mierda?—respondío mi mamá con toda la furia del infierno. 
—¡Mi hermano gemelo que quiero conocer! 
—¿De qué estás hablando?, ¿quién es ese?—dijo mi papá riendo. Entonces les conté toda la historia y sus semblantes cambiaron bruscamente de felicidad a sospechosamente serios. 
—¿O sea que existe?, ese silencio y sus caras lo confirma—agregué luego de terminar de contar la historia. 





Pasó la muda por más de treinta segundos, vi sus rostros serios y me desesperé, todo los rollos que me había estado pasando se confirmaban en ese momento. De pronto risas a todo chancho, festinaron con lo que conté, tiraron la talla al respecto y me sentí estupido... fin de esa historia.



Pasó el rato y me fuí al terminal de buses (tenía que viajar desde Calama a Antofagasta para ir a la universidad a mis clases mensuales del diplomado), compré mi pasaje y esperé sentado mi bus (obvio, no iba a ser un avión) sonrojado e intentando no mirar como las jaurias de perros se reproducían libremente en la naturaleza. Me subí al bus pensando por qué flauta en vez de viajar para ir clases no estaba viajando al casting a jugármela todo para dejar ser el fome que he sido siempre, la fama toco mi puerta pero yo se  la cerré en el hocico ( me llamaron para un casting en Canal13, y dije que no podía ir por ñoño) . 



Al llegar a tierra firme, y caminar unas cuadras fui saludado cordialmente por cada uno de los usuarios de drogas duras de la población, mi población ( la más brigida de Antofapasta, dicen, la que queda donde esta el terminal de buses). 

—Hermanitooo, ¿cómo está? —gritó una voz conocida desde las sombras acercandose sigilosamente, era el vagabundo/usuario de drogas que habitualmente vive en mi pórtico o sea en la casa donde me quedo. Un hombre delgado, que tiene la piel ultra quemada y sucia, de unos 60 años, pero que tiene más vitalidad y energia que yo.  
—Bien, ¿usted cómo está? —dije nervioso mientras buscaba unas monedas anticipándome al habitual macheteo. 

—Acá estamo... ¿Oiga usté trabaja? —su pregunta fue una estocada directo al zoronca (estoy chato que me pregunten eso, no tengo trabajo hace como un siglo). 

—No, ¿por qué?
—Se ve un buen cabro usté hermanito, ¿qué hace entonces? 
—Soy Tecnólogo Médico de Laboratorio.
—¡Nooooooo! Yo a ustedes los cacho...trabajé en un laboratorio haciendo el aseo hace muchos años...pero me echaron. 


Entonces comenzó a describir cada una de las funciones de la profesión mejor que cualquier resumen o reseña que jamás haya leído, estaba con el hocico abierto escuchandolo. Vi que sus ojos se aguaron, me felicitó emocionado, me dio la mano con fuerza como sintiendose orgulloso por mi, me dío ánimo para seguir creciendo. 

Me aconsejó no usar drogas nunca para que no terminara sucio y en la calle como él, se alejó estrujándose las lagrimas diciendo que si me veian hablando con él me podían llevar preso. Entre a casa, suspiré e hice lo que mejor sé hacer en la vida...llorar como Magdalena. 😢😭


Siempre tuyo.