martes, 20 de marzo de 2018

(45)


✨D✨


✨Sucedió una vez que en tierras muy lejanas, había un pequeño reino; prospero, tranquilo, rico en romance y tradición. Y allí en un humilde aeropuerto un par de hermosos, bellos y  por sobre todo encantadores hermanos estaban en busca de la diversión de ensueño que siempre desearon vivir.✨

—Hace frío aquí en Mayami Fish, pero no tiene que ser frío... ¡TIENE QUE SER CALUROSO A TODAS HORAS!—fue lo primero que dije al pasar por la manga no gástrica al bajarnos del avión. 
—Ay, pero si es invierno y son las 4 a.m.—tomándome de la mano agregó la Estrogenada. 
—¿No es acaso el estado de la eterna primavera?
—Sí, pero oe deja de gimotear es invierno. 
—Bueno, sí...tienes razón. 
—Viste, ya para de quejarte. 
—Ya, pero ahora estoy perdido... para dónde habrá que ir ahora, es mejor que no perdamos de vista a la gente que venía con nosotros en el avión.
—Sí, eso estoy haciendo—respondió la Estogenada mientras apuraba el paso y mirábamos que cada ciertos metros habían cintas transportadoras en el suelo estilo Supersónico para desplazarse sin tener que caminar. 
—¡Mira, mira!—grité, apuntando burlescamente a un grupo familiar muy feliz que estaban relatando mientras grababan como si estuvieran en el estadio viendo al Arbo Canpion—Se nota que son chilenos, son entero huasos, están grabando el aeropuerto mientras caminan, como si fuera la gran maravilla... ridículos. 
—Jajajaja, sí. 
—Y qué estay esperando tú, saca la GoPobre y toma fotos como ellos—obedientemente sacó la cámara, y caímos en el huaserio típico chileno.Tomó un par de fotos y grabó  discretamente mientras veíamos que el resto de gente iba casi corriendo y uno que otro entraba al baño. 
—¿Puedo ir al bañito?—preguntó urgida. 
—Ñop. 
—¿Pero por qué no?— D: 
—No ves que van todos corriendo, más adelante debe haber algo muy difícil, después vas al baño.
—Pero... 
—¿Te puedes aguantar?
—Sí
—Entonces sigamos—así muy cruel—Recuerda que nuestro próximo vuelo a Orlando Bloom sale a las 9 a.m., después del trámite vamos al baño, yo creo que vamos a tener el tiempo suficiente para descansar un poquito, hay que estar muy atentos al reloj. 

Seguimos caminando por el pasillo, el aturdimiento por la falta de sueño y el frío hizo que el camino pareciera muy muy infinito, hasta que llegamos a un galpón blanco en el que estaban todos ordenados haciendo filas como en un matadero, en estricto silencio. Nos pusimos detrás de la familia que iba grabando. 

—¡Mira eso!— apunté irrespetuosamente con el indice.
—¿Qué?
—Esas maquinas futuristas de aduanas de Mr. Trump. 
—Ohhh...—miró la maquina analizándola—Te pones en frente y se hace de tu estatura, te toma una foto, luego pones tus deditos, escanea tus huellas y luego pasas el pasaporte. 
—Ay, este es el primer mundo. 

Pasamos por la maquinita mágica de aduana y este entregaba un voucher con los datos personales, la foto fresquita en blanco y negro. Lastimosamente la foto de ambos salió con una tremenda equis encima, por lo que tuvimos que hacer otra fila... la fila de los rechazados. 

Esperamos tanto tiempo en la fila de los rechazados que al mirar al rededor notamos que ya no había gente que habíamos marcado como referencia en el avión y tampoco estaba la gente de la tripulación, y fue ahí donde me comience a poner nervioso, y me dio una pequeña crisis de risa. 

Detrás de nosotros en la fila había una familia de argentinos, haciendo las típicas cosas que hacen los argentinos o sea reclamando por todo y hablando muy fuerte. Pronto se acercó una policía de aspecto muy boricua que hablaba en español a retarlos y en tono firme les dijo  "Hagan silencio, prohibido hablar" y eso fue suficiente para que todos los que estábamos ahí nos quedáramos calladitos con musho miedo.

Después de un largo rato por fin tocó que nos atendiera, nos acercamos a la cabina donde había  un policía afroamericano que en su identificación decía que se llamaba Truck, y con razón porque era el manso mastodonte, mil veces más grande que el escritorio en el que estaba. Ahí imponente con la ceja izquierda levantada y con un semblante de "que paja me quiero ir pa' mi casa" preguntó mirando directamente a lo ojos: 

—Do you speak english? 
—Nu—dijimos al unisono en un tono muy bajito. 
—Were are you from?
—Shile—otra vez al unisono. 

Se puso a computar en su computadora, mientras nos hacia desprecio de vez en cuando sin dejar de tener levantada la ceja izquierda, con su cara llena de ira... no una ira cualquiera... parecía tener IRA LATINA. Luego comenzó con el interrogatorio violento hacia mí. 

—Your passport, please. 
—Oc, oc.
—¿Cuanto dinero trae?—era bilingüe el Truck.
—Cinco mil dólares—mentira más grande, el Ñiñito Jesús se va a poner triste, llevaba menos de la mitad. 
—¿A qué viene?
—Vacaciones.  
—¿Dónde se va a quedar?
— No sé, no recuerdo. 
—¿Cómo no sabe?
—Ay, ay...my sister le va a decir—me puse muy nervioso y busqué rápidamente un papel en el que tenía la dirección escrita. 

Le pasé la hoja que quedó empapada con mi sudor nervioso y luego no habló más, me indicó que me pusiera frente a una cámara, me tomó una foto, y timbró el pasaporte. Enseguida  hizo el mismo procedimiento con la Estrogenada y nos dejó ir a eso de las 7 a.m. 

Corrimos hasta el lugar donde dan vueltas las maletas, y las encontramos rápido porque estaban solitas girando abandonadas en la cinta transportadora. Luego de dar un par de pasos nos las quitaron para echarlas al otro avión. Quedamos dentro de un aeropuerto que pensamos que podríamos recorrer en 20 minutos... pero error fatal, los planes de descansar, comer e ir al baño jamás se cumplieron ya que para llegar a la sala de embarque para subirnos al otro avión con destino a la felicidad, a la felicidad, tuvimos que recorrerlo por completo. 

Era tan grande el lugar que tenía una especie de  monorriel espacial  que pasaba dentro del edificio, era  muy extraño todo, según el mapa el aeropuerto tenía forma de estrella o pulpo sin duda por el tamaño se puede apreciar desde la luna. Llegamos a las 9:30 a un control policial  previo al lugar donde te subís al avión. Había hacer otra fila en la que por obligación había que sacarse los zapatos... primera vergüenza, andaba con ropa oscura y calcetines con ribetes fluorescentes rosados y sí, llamaban mucho la atención. Primero había que poner el equipaje de mano y los zapatos en una manga para ser revisado  mientras te seleccionaban al “azar” de una forma “NO RACISTA” para pasar por el escáner corporal. Por nuestra pinta de Medio Oriente más que por ser Latinos es que fuimos seleccionados para pasar por esa humillante revisión, aunque creo que nos eligieron  principalmente por mi cara de Mohamed Aladdin que por mi MexicanPipulFeis. 

Un policía Pichulotote el doble de grande que Truck, que tenía las manos del porte de mi cabeza ( y eso que soy cabezón) , hizo pasar a la Estrogenada al escáner. Ella entró y salió y listo. Luego me tocó a mí. 

—Push your hands up—me indicó que entrara al escáner. 
—Oc oc. 
—Do you have something in your pockets? 
—No. 
—You sure?
—Yes. 

Y ahí estaba yo, abierto de manos y piernas es esa cosa que daba vuelvas a mi alrededor. Pronto salió la imagen fotocopiada en una pantallita. Algo me dijo el Pichulotote que tenía en mis bolsillos, así que me revisé y saqué una servilleta. Me volvió a pedir que levantara las manos, entonces en ese instante me comenzó a toquetear, primero la cintura, luego el potito, y por último me tocó las nuececitas. 

Me puse a reír pero de lo ultrajado que me sentí, y me volvió a pedir que levantara las manos, y como me puse bien tonto, me puse a aletear como gallina tiesa y a darme vuelta los bolsillos. Pichulotote rompió en risa... y bueno yo también,  por mi simpatía no le quedó otra que dejarme ir. 

Fui confiado a buscar mis zapatos y mi mochila, pero no estaban... las tenía retenidos Tanya, una policía MEGA HIPER GIGANTE.  Miré la hora y faltaban apenas 15 minutos para que el maldito avión se fuera y se me descompuso la cara, mientras la Estrogenada se ponía sus zapatillas lentamente sentadita, sin preocuparse por nada yo iba a reclamar mis cosas todo choro chileno. 

—This is your?— me  confrontó la Tanya apuntando despectivamente hacia la mochila. 
—Sí. 
—Do you speak english? 
—No. 

En ese instante me hizo el medio ninguneó con los ojos, me hizo el desprecio exagerado afroamericano típico de meme,  se dio media vuelta  y fue a buscar mi mochila, la tomó como si estuviera infectada con cólera y la lanzó violentamente sobre un mesón metálico. Me comencé a poner muy entre enojado y nervioso. Repetía a cada rato en voz alta "¿Qué pasa? "con cara de loco.

—Tranquilo, voy a ser tu traductora. 
—¿Ah?
—Le voy a preguntar a la policía qué pasa, tú tranquilo—intervino en un espectacular acento colombiano Shikira. 
—¿En serio?
—Sí, yo voy a hablar. 

Entonces Shakira le dijo a la policía que sería mi interprete y que quería saber porqué habían retenido mis cosas, Tanya le dijo  que era porque yo soy muy tonto al no ver que en todos lados había letreros que decían que los laptops tienen que ser revisados fuera de las mochilas, una vez comprobado que llevaba un laptop no una bomba,  me entregaron mis cosas. Le di las muchas gracias a Shakira y le desee buen viaje, le tomé fuertemente la mano a mi hermana salimos por una puerta corriendo hacia el embarque... ah, no era na' Shakira, pero era una mujer muy muy muy parecida, coincidentemente colombiana, con crespos rubios,y  también media un metro y medio de estatura. 

Casi dejando los zapatos en las escaleras y en los pasillos (porque no me los alcancé a amarrar) corrimos cuan perritos sin correa un trillón de kilómetros hasta llegar justo a subirnos al maldito avión... y otra vez un problema, era un American Airlines y todos los traumas del 9/11 volvieron a mi mente, y ahí casi morí de terror,  la aeronave era pior que un Turbus clásico... que más encima tuvo un desperfecto que me hizo hacer osmosis inversa dentro de mis riñones (me meé pa' dentro)... pero eso te lo cuento pronto, este cuento aún no ha acabado... ✨

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