lunes, 9 de enero de 2017

(16)

Diario


Lo siento por escribir tanto, debes estar chato, pero esto es muy trágico. 

Estaba en el Mall haciendo uso del Ticket de Cambio post festividades. Aburrido de que toda la gente con la que hablé se achunchara al atenderme fui a reflexionar al respecto y a descansar (me canso rápido) al patio de comidas. 

Estaba sentado observando el ambiente mientras me dejaban de doler los piececitos de niño, azulosos de frío. Haciendo un rápido recorrido con mis luceros vi como un hombre de camisa y corbata se hurgueteaba la nariz con mucha pasión, como un par de gringos se zampaban un completo chorreando la palta con alegría, y me fije que todas las señoras tenían el mismo peinado, al parecer la nueva moda entre las mujeres es usar el corte de pelo de la mamá de Tommy Pikcles de los Rugrats (aterrador). 

De pronto centré mi vista en el horizonte y a lo lejos vi un hombre que llamó mi atención. Me paré del asiento raudo, comencé a caminar rápido hacia él. La respiración se aceleró, el mundo enmudeció y sólo podía oír el sonido del palpitar de mi agitado corazón. 

Ese hombre estaba a unos 15 metros de mí, pude distinguir que usaba una camisa azul, pantalones y zapatos negros. A medida que me acerba a él sentía como el temor estaba desgarrando mi fuerza haciéndome languidecer, pero me armé de valor y proseguí. Pude apreciar algunos detalles de su rostro que no dude en memorizar pese al encuentro fugaz. De pronto mientras estaba a unos pasos de él sonó mi celular y dejé de caminar, lo saqué de mi bolsillo izquierdo, miré el numero, era desconocido y no conteste, alcé la vista y aquél hombre ya no estaba. Me quedé paralizado, recorrí con la mirada el lugar, comencé mi búsqueda desesperada entre la gente y no lo hallé. 

Ese hombre era yo, nuestro parecido es increíble. Mientras iba a su encuentro jamás se dio cuanta de mi presencia, pero si me hubiese visto quizá hubiese caído en el delirio al igual que yo. 


¿Fue real?
¿Fue mi imaginación?
¿Necesito internarme? 
¿Es Juan Pablo? 🤔

sábado, 7 de enero de 2017

(15)

Querido Diario



Te contaré algo íntimo, se trata de mi fijación por el gran Justin Bieber chileno de los años 60'. Siempre está presente en mi zoronca de rata peluda el nombre de José Alfredo Fuentes el Pollo. 

Mi historia comienza cuando un día cualquiera del siglo pasado (suena extremó así, me encanta) escudriñando en cosas antiguas encontré un vinilo del Pollo. Puse el disco en la vitrola, mentira, en un tocadiscos igual de viejo que la Biblia y escuché por primera vez "Te Perdí" la canción se quedó guardada sin querer en mis neuronas musicales, pasado el espanto de escuchar una voz que parecía una mezcla de Elvis Presley y el cacareo de una gallina con diarrea, apagué el aparato y me fui. 

Un par de años más tarde en primero medio (en mi nuevo colegio) estaba en la sala de clases aburrido y se me vino a la mente la canción, la comencé a cantar de corrido como si la hubiese cantado toda la vida pero no, era la primera vez. Imitando la voz, supe que me salió bien y parecido ya que los compañeros que me escucharon lo celebraron los muy desgraciados. 


Cantar fue mi secreto por varios años (al estilo Hannah Montana pero sin peluca) hasta que sorpresivamente a días de salir de cuarto medio canté "Te Perdí" y " Volveré" de los Angeles Negros ante todo el colegio con una banda en vivo (conformada por la gente que más mal me caía, pero esa es otra historia). Fue lo más extremo que he hecho en mi vida, recuerdo que era totalmente abrumador escuchar los gritos y aplausos del público enfervorizado, tener la atención de mil personas mientras intentas cantar sin hacerte pipí en los pantalones es difícil, pero afortunadamente lo hice de maravillas (creo). 

Luego de esa presentación todo el mundo me saludaba y felicitaba pero mi fama duró exactamente un mes, porque justo salí del colegio para siempre. Las personas que me halagaron; profesores, niños de otros cursos y adultos extraños de dudosa reputación siempre me dijeron que jamás dejara de cantar. Y les hice caso, luego entré al coro de la universidad sin saber nada de música y saliendo pletórico en conocimientos, ahora haciendo mis covers malos, y cantando en la ducha piolamente como todo el mundo pero eso sí ahora con una voz propia no imitando al Pollo (aunque no soy precisamente la gloria de voz humana, pero da igual, cantar es para divertirse). 

Espero conocer en vida a Don José Alfredo para agradecerle el hecho de que me di cuenta que podía cantar gracias a él. Igual lo vi de pasada cuando yo tenía como 7 años, el recuerdo es difuso, estaba como a diez metros en una ambulancia casi muriéndose con una mascarilla de oxigeno sentado en una camilla, pero así no vale. 



Siempre tuyo F.